Los ivernaderos adosados en un muro asoleado nos permite que el calor guardado en su interior puede continuamente sederse al interior de la casa, independientemente de los ultivos que se preduscan en su interior. Crea una corriente convectiva de calentamiento continuo para evitar el uso de calentadores de gas, electricos o de cualquier otro tipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario